Condiciones para la transformación de la Cultura en las organizaciones
Las instituciones son concreciones de la intencionalidad. El aprendizaje y la creación también la requieren.
En toda institución se manifiesta una subcultura. Es la llamada cultura organizacional. En ella se conjuga, por una parte, la experiencia institucional acumulada y la memoria histórica de quienes la componen; por otra, la autopercepción, los factores intangibles, las definiciones y los eventos relativos a la situación actual; y, por último, la planificación de la institución como visión estratégica entretejida con las aspiraciones a futuro de los individuos.
Cuando la cultura imperante en la organización en un momento dado, no da soporte a la misión que sus líderes han definido, es necesario introducir intencionalmente elementos orientados a transformar la cultura organizacional.
Tal necesidad, tiene exigencias temporales muy distintas a los ritmos vegetativos en que se manifiesta comúnmente la transformación de la cultura.
Es fundamental, entonces, definir un marco conceptual global que sostenga a la misión y a partir de éste, a modo de columna vertebral, alinear cada aspecto de la organización, atendiendo a los factores tangibles e intangibles.
El impacto de esta forma de introducir cambios como metasistemas, depende en grado sumo de la capacidad de constituir un equipo cohesionado entorno a las nuevas definiciones, cuyos miembros sean modelo al interior de la organización.
Este equipo constituirá la vanguardia organizada de la transformación cultural.